Oliver Zaugg y la gloria de los gregarios

El ciclismo World Tour cerró este sábado su temporada con la tradicional visita al norte de Italia, a la rica región de Lombardia, donde la dureza y las escabechinas siempre fueron compañeros del ciclista. Allí reinó Oliver Zaugg, un gregario suizo novato en el arte de levantar los brazos en meta. El integrante del Leopard-Trek cerró en Lecco el ciclo de las sorpresas clasicómanas que inició Nuyens en Flandes y continuó Vansummeren en Roubaix. Lo hizo aprovechando la vigilancia entre los gallos y su invisibilidad de las grandes ocasiones en la Salita di Ello, el último puerto de la temporada, ésa que siempre recordará como la mejor de su vida.

Lombardia, el principio del comienzo para Zaugg / forodeciclismo.mforos.com

Llegaba el pelotón internacional a la capital de la región para tomar la salida de la clásica cuyos puertos más asustan. 195 ciclistas se reunían en Milán con una misión fundamental en la que todos coincidían: impedir la 3º victoria consecutiva de Philippe Gilbert. Todos ya habían decidido que el valón ya había tenido suficiente esta temporada con las conquistas en Lieja, Flecha, Amstel y San Sebastián, además de la primera etapa del Tour de Francia, entre otros. Así, favoritos, 'outsiders' y gregarios (aunque no todos, cumplieran su papel) se conjutaban para asaltar el trono del belga y endurecer la carrera en los puertos más duros.

Era también Lombardia la tierra perfecta para buscar los últimos puntos de la temporada por el temor del descenso provocado por el nuevo sistema de puntos de la UCI. Hasta el cierre del mercado, ningún equipo puede descartar la pérdida de sus estrellas. Ante tal circunstancia, sólo queda plantear la batalla y convertir el asfalto en la superficie más dura que un hombre puede rozar.

Y las cornetas sonaron poco antes de comenzar la ascensión del Madonna del Ghisallo, cuando se formó un grupo cabecero con Gilbert, Paolini, Fuglsang, Santambrogio, Lastras y Visconti que amenazaba con repetir la historia de la Paris-Tours y el Giro del Piamonte, donde el triunfo vino de la escapada. Entonces Vincenzo Nibali pretendió la machada de llegar en solitario a meta tras 50 km en solitario. El italiano alcanzó la cabeza de carrera y sacó una ventaja de máxima de 1'30'' tras el descenso del puerto más duro de la jornada.

En ese momento, los perseguidores se percataron de que eran pocos para contener la fuerza de el 'tiburón'. Por ello, esperaron al pelotón y con el trabajo infatigable de Sky y Katiusha echaron por tierra la ilusión de Nibali, a quien el llano lombardo no sentó tan bien como esas cronometradas en las que tan cómodo se maneja.

Ya con el grueso (aunque no muy amplio) del pelotón agrupado (sólo culminaron 63 corredores), la carrera se decidiría irremediablemente en los 3 km, con pendiente media del 7,2 y máxima del 15% de la Salita di Ello, donde todos los gallos se vigilaban hasta la llegada del momento adecuado, ése donde la ecuación entre piernas y estado de los rivales les obsequiara con la victoria. Basso y Daniel Martin se erigieron en capos de la carrera imponiendo un ritmo altísimo que comenzó a reducir las unidades del grupo. Y justo cuando la velocidad era más exigente, apareció Oliver Zaugg con un durísimo ataque, confirmando las buenas sensaciones del Giro de Emilia, al que ninguno de los favoritos prestó atención. Alguno como Gilbert quedó completamente clavado para certificar que este año no habría exhibición en Italia.

El suizo, entre la subida, el descenso y el llano hasta Lecco, llegó a contar con una ventaja de 21'', que ya no pudieron recortar sus perseguidores directos. Daniel Martin, Joaquín Rodríguez, Niemiec, Ivan Basso y Pozzovivo se relevaban entre si, sin que la ventaja de Zaugg bajara en ningún momento de los 8" con los que el ganador llegó a la meta de Lecco, donde Oliver Zaugg fabricó por vez primera su cartel de gregario de lujo y de candidato a 'outsider' en las grandes citas. A 16'' cruzó la meta el segundo grupo perseguidor compuesto por Giovanni Visconti, Philippe Gilbert, el ganador en Emilia Carlos Betancur y Riccardo Chiarini.

Seguramente conseguirá más victorias, pero nunca olvidará este recorrido entre Milan y Lecco, los 240 Kilómetros en los que Zaugg se coló en la historia del ciclismo. De esta manera, el suizo se coloca en una posición favorable en el mercado, donde se encontraba sin equipo ante la desaparición de su actual equipo, el Leopard-Trek. Algunos rumores apuntan a la marcha al Saxo-Bank de Alberto Contador, que ya se frota las manos. Si ha hecho esto en Lombardia, ¿por qué no sorprender en Francia?.