Las campeonas de Europa posan con su trofeo / fep.es |
España continuó dominando el encuentro, ya con más tranquilidad una vez cobrada la ventaja. A pesar de ello, los contragolpes volvíeron a generar un peligro, que sin embargo, no era capaz de superar a Salicrú, impecable durante todo el torneo. No obstante Sousa materializó el empate sobre la bocina y España se fue al descanso bastante incendiada merced a las protestas de todo la plantilla
El duro golpe recibido espoleó a las españolas hasta la victoria en la reanudación, pues en sólo cuatro minutos sentenció el partido. Casarramona tras una jugada combinativa con Lee, Tarrida a pase de la propia Casarramona, y Díez en acción individual rentabilizaron al máximo el espectacular inicio de la segunda parte y dejó sin respuesta a Portugal. España durmió el partido como acostumbra y controló a la perfección unas contras lusas que ya no eran tan inquientantes. A dos minutos del final, Marta Soler fue expulsada con la azul al cortar un contraataque portugués que también fue marcada como pena máxima. Sousa la convirtió y firmó un marcador tan definitivo como infructuoso para sus intereses.
Tras la bocina final, el júbilo español invadió toda la cancha de Wuppertal, una ciudad que este inconmesurable grupo dirigido por el experimentado Carlos Mazón nunca olvidará. Allí pasó a encabezar la élite europea, una posición que, dado el brillante trabajo de la federación no será difícil mantener,
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